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domingo, 20 de noviembre de 2011

¡Una gran oración!

Que el camino salga a tu encuentro, que el viento siempre esté detrás de ti, y la lluvia caiga suave sobre tus campos. Y hasta que nos volvamos a encontrar... que Dios te sostenga suavemente en la palma de su mano.

Que vivas por el tiempo que tú quieras, y que siempre quieras vivir plenamente. Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron, pero nunca olvides recordar aquellas que te alegraron.

Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos, pero nunca olvides recordar a aquellos que permanecieron fieles. Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron, pero nunca olvides recordar lo hermoso de cada día.

Que el día más triste de tu futuro no sea peor que el día más feliz de tu pasado. Que nunca caiga el techo encima tuyo y que los amigos reunidos debajo de él nunca se vayan.

Que siempre tengas palabras cálidas en un anochecer frío, una luna llena en una noche oscura, y que el camino siempre se abra a tu puerta. Que el Señor te guarde en su mano, y no apriete mucho su puño.

Que tus vecinos te respeten, los problemas te abandonen, los ángeles te protejan, y el cielo te acoja, y que la fortuna de los bosques y las montañas te abracen. Que las bendiciones de Dios te contemplen. Que tus bolsillos estén pesados, y tu corazón ligero.

Que la dicha y la prosperidad te persiga, y cada día y cada noche tengas muros contra el viento, un techo para la lluvia, leña junto al fuego, risas para consolar aquellos a quienes amas cerca de ti, y todo lo que tu corazón desee.

Que Dios esté siempre contigo y te llene de su espíritu, que veas a los hijos de tus hijos, que el infortunio te sea breve, y te deje rico en alegría, amor, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad, paciencia, paz, y sabiduría. Que no conozcas nada más que la felicidad.

Desde este día en adelante, que Dios te conceda muchos años de vida, tranquilidad y seguridad perpetua... de seguro Él sabe que la tierra no tiene suficientes ángeles. Que así sea cada año y para siempre.

¡Amen!

Dedicada a mi familia, a mis amigos, a mis compañeros, y a mis profesores, con todo el cariño, respeto y sinceridad. Una antigua oración celta, misma que adapte al cristianismo con la ayuda de Dios y algunas referencias de las sagradas escrituras (Gálatas 5:22-23, Lucas 6:43-45, Salmos 1:1-3, Isaías 32:17, Mateo 12:33, Juan 15:4-5) .

Bendito el hombre que confía en el Señor, y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al río, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequías no se angustia, y nunca deja de dar fruto. - Jeremías 17:7-8.

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